sábado, 27 de febrero de 2010

No, mi corazón no se ha quedado frió,
Ni se calla, ni es olvido lo que pasa
Creo que busca, en este mundo, la manera
De latir en consonancia,
Pues no son su forma muchas veces las palabras
Ni los gestos, ni siquiera su mirada.

Y así es como se enclaustra…

Empujando mis costillas oigo el llanto,
Luego se cansa, se apaga, y queda rezagado, de su propio reino,
de su propio encanto
Y en su propia estaca.
Mira el mundo, y todo lo que este comprende,
Pero no lo entiende, no lo entiende así
Deba entonces empujar hasta a su mismo propietario
Hasta encontrar el lugar apropiado
Y dejar de dormitar.

Karin Unfer

08/06/08

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