martes, 28 de mayo de 2013

Extraños

No tengo ganas de salir a la calle a rodearme de extraños. Más de ellos, con sus ojos extraños y sus dientes extraños, con sus formas de hablar y sus mundos extraños. Solo quiero mi caparazón hasta encontrar un alma que sentir, que amar, y mirar desde otra lupa que el mundo no es solo una olla repleta de extraños. Que es también un nido en donde mis ojos y mis dientes también son extraños, pero amables y Soles, al fin.