Reflexión de hace unos años. Tema: Facebook

El virus de la opinión pública arde y quema. Voy me a tocar la guitarra, gente, escribo sobre ¨mi muro¨ que a su vez flota en medio de la marea publica y entre el barullo propio de la catarata aquella denominada comunidad, red social virtual. Para que se los digo? Me pregunto al rato de percatarme. Para que alguien lo sepa, concluyo con naturalidad y también con cierto dejo de inocencia sorprendida, para que alguien registre y tenga en cuenta algo de mí, de Yo, de mi próximo accionar, de mi historia inmediata. Y por que? Para qué? Para creer que en parte a alguien le interesa saber esa clase de cosas, para que a alguien le interese, para que se enteren de mi, en fin… y no es del todo una mentira ni tampoco del todo la verdad aquella que mi ego quisiera creer o mejor dicho sentir, pero que ese impulso de hacerse saber existe y es muy pero muy grande dentro de la psiquis general humana; eso segurísimo! Creo que es un sentir algo así como de; Guau! Cuanta gente! Que de posibilidades de amor y atención que puedo llegar a tener acá! Es como una discoteca, y como una gran oficina a la vez! y un bar! y el living de la casa de algún buen amigo también, por que no… con el afortunado y a la vez desafortunado componente de que no estamos totalmente expuestos allí, o sea, si pero no… esta nuestro nombre, si, parte de nuestra identidad, también, pero no termina de estar todo nuestro yo sino mas bien la parte de este que cada uno prefiera exponer, lo mismo pasa con el cuerpo, esta nuestra imagen, si, nuestro rostro seguramente, mas gestos graciosos, sexis, bonitos, auténticos, propios y ajenos completando el panorama, pero no nuestra mismísima carne, nuestros poros no respiran allí dentro, y eso también es cierto, nuestros defectos y virtudes allí son, parcialmente, a elección. Estamos, por asi decirlo, como nosotros quisiéramos estar. Estamos como queremos. Y si. Pero no… sobra de un lado y falta del otro, estamos todos juntos pero cada uno desde su capsula espacial, es al fin, a mi parecer y en cierto modo como un gran enjambre, y termino sintiéndome integradamente ajena, lejos, cerca, y expuesta de tal o cual forma que a fin de cuentas no me satisface, face, facebo, Febo (que lejos estas)… a fin de cuentas mi corazón me dice, tantas posibilidades de amor y en verdad ninguna es para vos… nadie te está hablando ni amando ni abrazando ni besando, nadie. Te quieren, algunos, los queres vos a ellos también, pero nadie en verdad esta… no al menos como vos lo estabas buscando. Se me vuelve algo así como pescar… sin siquiera saber que ni por qué… pescar amor? Pescar admiración? Pescar atención? Satisfacción? Entendimiento? Reconocimiento? Liberación? Alivio?… pfff…. A mí a fin de cuentas el cuore se me achicharra, y bueh, que queres que te diga? Eso es lo que me pasa al entrar y salir por esa misma puerta, y ojo! Que no digo que lo que a mí me pasa al respecto sea lo que le pasa a todos los demás, porque realmente no lo creo… pero sí creo que subyace en todo esto algún tipo de denominador común, y a veces se vuelve engañoso, como jugar a tratar de tocar un holograma, de ir a por el agua que proyecta el asfalto a lo lejos cuando hace calor… y bien, si realmente andas con sed y no te avivas de que allá no hay más que brea caliente… estas en el horno. Karin Unfer 13/08/2011