sábado, 12 de mayo de 2012

9 de Oro

Un nene en la 9 de Julio, Naves de faros gigantes Lo proyectan a contraluz, Nueva imagen, vieja postal, Terca y dura realidad. La silueta pequeña Se recorta perfecta Sobre el esmalte brillante blanco del Ford. Levanta sus brazos de títere y trapo Y es la hora de palma y limosna, allí se van los premios a la rasa diferencia, la bilis amarga se traga, el aire se escurre en la tregua y él, ausente ya, recoge unas monedas. Los motores en marcha se alejan, y hasta el próximo semáforo, la Avenida desierta... Karin Unfer 11/05/2012

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