Censura es mi boca encogida que calla
Muerde y arranca su piel, duele,
Pero calla.
¿Qué mejor que el silencio para probar
Si la huida me ha devuelto la cordura?
Silencio, fuga de luz de mirilla
Y detrás ya no hay nada que ver,
Menos que oír.
Muda muerte es el aire que exhalo, que callo,
Y la peste se ríe de este calvario
Que acumula esfuerzos cada día más enfermos.
Tardé al caer.
Y mientras se enfría esta trémula asfixia
De nuevo mi boca no esboza sonrisa
Y asoman a ella las horas de encierro
Que intenta callar.
Duele verme tan inútil,
Duele mi propio reflejo
Y que pese a la quietud más cobarde de mi ego
Yo siga aquí,
Hablándote de mí.
Karin Unfer
Abril del 2006
sábado, 7 de mayo de 2011
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